El sábado 03 de octubre nos reunimos en la Posada El Parque, ubicada a un costado del humedal de Mantagua. La primavera hacía pensar que tendríamos un día acorde a la estación y sin embargo la llovizna matutina sentenció una jornada nublada. Por suerte eso no le importó a los más de 40 docentes que asistieron al encuentro para aprender sobre los humedales y la aplicación de métodos de investigación y trabajo en terreno. Es más, muchos participantes recorren extensas distancias para participar de Pajareando Aprendo: Metodologías para la investigación escolar de las aves de Chile. El profesor del Liceo Técnico Profesional Pedro Aguirre Cerda, Hugo Arancibia Santos, viaja semanalmente desde la comuna de Calle Larga y destacó que “vale la pena trasladarse desde tan lejos y el sacrificio de levantarse temprano un sábado para conocer el hábitat y distinguir las costumbres de las aves”. De hecho, este taller tenía como meta encontrar al siete colores, ave muy vistosa y esperada por todos los participantes, cuya presencia parecía incierta.
Tras la resolución de dudas y un merecido café para agilizar la mañana, los profesores se dividieron en grupos guiados por los monitores Javier Terraza, Ignacia Benítez, Carolina Yáñez y Rodrigo Ortega para descubrir qué biodiversidad ofrecía el extenso y verde terreno. Los primeros avistamientos correspondieron a un tímido run run y a un grupo de bulliciosos tordosA medida que íbamos cruzando el humedal las características del ecosistema se volvían notorias, especialmente el dinamismo de su estructura y la gran variedad de su avifauna.
Una interesante actividad asociada a la confección de un nido en parejas sacó a relucir los dotes artísticos y paternales de muchos participantes. Garzas, yecos y loicas custodiaron los nidos creados, resaltando el trabajo colaborativo y familiar de algunas aves y las circunstancias que viven estos animales para su nidificación. Para Jeremías González, profesor de biología del colegio Saint Gregory “esta actividad nos ayuda a entender que todo lo que nosotros hacemos en la vida ya ha sido pensado antes por la naturaleza, me refiero, por ejemplo, a que la arquitectura de un nido tiene que ver con las habilidades de su constructor…Es más la base de mi nido fue armada por una profesora hábil tejiendo”. El día podría haber estado nublado, pero el encanto primaveral estaba presente en cada uno de los relatos que justificó y explicó la diversidad de las creaciones manuales. Ante tal despliegue de ocurrencia y habilidades artísticas, el siete colores no tuvo más opción que manifestarse ante su audiencia.
Tras una extensa caminata que concluyó con la realización de un juego sobre las dificultades que encuentran las aves migratorias en sus travesías, los participantes almorzaron y se prepararon para atender a la exposición del ingeniero forestal, miembro del Laboratorio Fauna Australis y del Grupo Huala, Robert Petitpas, quien destacó el trabajo de la organización Aves Chile y la relevancia y metodología de los censos ornitológicos.
El taller cerró con una presentación sobre el ecosistema humedal, realizado por Carolina Yáñez, directora de este Proyecto Explora CONICYT de Valoración y Divulgación de la Ciencia y la Tecnología, y con una prueba de conocimientos basada en lo aprendido durante todo el programa, que si bien fue diseñado para capacitar sobre técnicas de investigación de aves, se ha convertido en todo un descubrimiento para los asistentes. En palabras de Edinson Fuenzalida Castro, profesor de la escuela María Isabel de Brown de Calle Larga, “para mi todos los pájaros eran iguales, hasta que acá distinguí sus diferencias…En la primera clase vimos a un zorzal, que yo ignoraba pese a que habita en el sector en que vivo…He ido aplicando las técnicas de estudio en el colegio y los niños ya conocen algunas aves, por lo que las metodologías vistas me sirven para hacer actividades con educación artística, lenguaje y ciencias”. El docente de Calle Larga también se mostró satisfecho con el taller de humedales, pues logró ver al siete colores “pájaro que sólo había visto en foto y que jamás pensé ver en persona”.
La misión general de Pajareando Aprendo se ha ido cumpliendo conforme avanzan los talleres, todos muy prácticos y con sus propios puntos álgidos. La jornada en el Humedal de Mantagua estuvo marcada por la actividad en terreno, la convivencia y un aprendizaje colaborativo, resguardado por la inmensa variedad de aves que iluminó una jornada que aunque nublada, no estuvo exenta de color gracias al cumplimiento del desafío: ver al siete colores.